domingo, 13 de noviembre de 2011

¿En qué estudios se basan las teorías del dolor?

La teoría de la puerta de entrada o de la compuerta se basa fundamentalmente en trabajos neurofisiológicos realizados en ratas descerebradas, donde se sugiere fundamentalmente que las neuronas de las astas posteriores de la médula, desempeñarían un papel decisivo en la transmisión del estímulo doloroso. Estas neuronas tienen múltiples conexiones axonales tanto con fibras gruesas, como con fibras finas. La estimulación de las fibras gruesas crearía una inhibición de la transmisión sináptica de las neuronas. Por el contrario, la estimulación de las fibras finas, crearía una estimulación y un efecto facilitador de la transmisión de la sensación dolorosa. 

La transmisión de la información nociceptiva sería el resultado de un balance entre la facilitación y la inhibición presinápticas, como dos fuerzas que mantuvieran cerrada o abierta la puerta de la transmisión de los estímulos. Como un factor adicional, los impulsos descendentes desde estructuras superiores, como el tálamo, el tallo cerebral, o el sistema límbico, pueden modular este delicado equilibrio según la información que les llega de estructuras del sistema nervioso central (SNC).

(Imagen de: http://www.usernetsite.com/sociedad/el-dolor-de-cabeza.php)

¿Puede alguien carecer de receptores nerviosos?

Existen algunas enfermedades como analgesia o la neuropatía hereditaria sensitivo autosómica de tipo IV, que causan la ausencia de la percepción dolorosa y conllevan a múltiples problemas para los pacientes afectados. En los trastornos de la reactividad al dolor se pueden distinguir trastornos congénitos y adquiridos. Dentro de los congénitos se incluyen dos cuadros clínicos bien diferenciados: la insensibilidad congénita al dolor o analgesia congénita y la indiferencia congénita al dolor.

(Imagen de: http://www.nature.com/embor/journal/v3/n4/fig_tab/embor178_f2.html)

¿A mayor edad, la percepción del dolor varía?

Diversas investigaciones experimentales han estudiado las diferencias cualitativas y cuantitativas en el dolor percibido por sujetos de distinta edad. En este sentido, en cuanto al umbral de dolor, los estudios coinciden en señalar que las personas de mayor edad pueden tener un umbral de dolor superior al de las personas jóvenes o por el contrario a medida que aumenta la edad de las personas, disminuiría su umbral ante el dolor.

 (Imagen de: http://los-escritos-peregrinos-de-ernesto.blogspot.com/2011/01/2-la-felicidad-como-factor-de.html)

sábado, 12 de noviembre de 2011

¿Existe algún indicador de la intensidad del dolor?

Un indicador de la intensidad del dolor es la escala de Grises de LUESHER, en la que hay diferentes marcas en una gradación de grises, que van desde el blanco hasta el negro. El blanco significa ausencia de dolor y el negro corresponde al dolor máximo. Además los diferentes tonos de gris se correlacionan con el estado de ánimo del paciente, de tal manera que cuanto más negro lo señale el paciente, se puede relacionar con un estado depresivo creciente.

Otro indicador de intensidad de dolor es la prueba de LIBMAN que consiste en presionar sobre la apófisis mastoides, justo detrás del pabellón auditivo y comprobar que nivel de sensibilidad presenta el sujeto, deduciéndose de ello su mayor o menor umbral a la respuesta dolorosa.


Por último está la Escala de THIERRY que se basa en la clasificación del dolor según la necesidad de tratamiento analgésico. Se distinguen cuatro posibilidades: Dolor poco importante que no precisa de tratamiento; Dolor moderado, que se calma con analgésicos de uso común; Dolor importante, que no se calma con estos y causa un cierto grado de incapacidad; y finalmente Dolor muy importante que incapacita grandemente y precisa de analgésicos muy potentes como morfina o similares.

 (Imagen de:http://www.iqb.es/dolor/dolores/dolor_neuropatico.htm)

¿Qué diferencias hay entre dolor visceral y somático?

Dolor somático: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores somáticos superficiales o profundos (piel, musculoesquelético, vasos, etc). Es un dolor localizado, punzante y que se irradia siguiendo trayectos nerviosos. El más frecuente es el dolor óseo producido por metástasis óseas. El tratamiento debe incluir un antiinflamatorio no esteroideo.

Dolor visceral: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores viscerales. Este dolor se localiza mal, es continuo y profundo. Asimismo puede irradiarse a zonas alejadas al lugar donde se originó. Frecuentemente se acompaña de síntomas neurovegetativos. Son ejemplos de dolor visceral los dolores de tipo cólico, metástasis hepáticas y cáncer pancreático. Este dolor responde bien al tratamiento con opioides.


(Imagen de: http://enfermeriastgo.blogspot.com)

¿Quiénes son más susceptibles al dolor psicológico?

Durante las últimas décadas se han realizado numerosos estudios de investigación a personas con cáncer sin dolor y cáncer con dolor, en esta comparación las personas con cáncer con dolor presentan niveles de ansiedad, depresión e ira mucho más elevados. Quedó así demostrado que estas personas resultaban ser más susceptibles a padecer dolor psicológico.

(Imagen de: http://www.mundofotos.net/foto/duket/729318/mirada-triste)